Tras una ridícula presentación de los personajes que lo mismo podrían valer para una película porno (en ocasiones pensaba que todo tendría su desenlace final en una orgía, y poco menos), nos encontramos, para ser breves con el argumento, con la tripulación de una nave espacial que pretende hacerse con un carguero abandonado para reclamarlo como botín. Una vez dentro encontrarán que alguien pretende sabotear su misión y encerrarles dentro de la nave extraviada, que transporta una extraña carga: un montón de ataúdes.
Los diálogos ridículos y conversaciones vacías que no llevan a ninguna parte no generan la más mínima tensión e interés por una historia repleta de poco trabajadas referencias a una extinta religión católica y nada de contenido. En el transcurso de la acción, aunque acción sea mucho decir, descubrirán la aciaga suerte de la anterior tripulación ayudados por el diario de a bordo de la nave perdida, en la que podemos ver una colaboración de Udo Kier de la que todavía tiene que estar lamentándose.
Una rápida y oscura sombra circula de aquí para allá creando un incomprensible pánico entre una tripulación que ante la extraña transformación en un ser chupasangres por parte de uno de ellos sólo acierta a decir “aquí ocurre algo raro”.
Los guiños en los nombres a la historia de Drácula no podrían ser más forzados cuando vayan descubriendo que el anterior cliente del carguero fue el Conde Orlok de Transilvania, procedente “de un planeta del remoto sistema Cárpato”. Al parecer, el hecho de que encontraran la nave espacial no fue del todo casual, y así descubriremos que, ooooh, el personaje que interpreta Kasper Van Dien pertenece a una saga de cazadores de vampiros, pero claro, se apellida Van Helsing, cómo no, y que Drácula, o Orlok, yo qué sé, busca venganza.
Kasper Van Dien, culpable de algunos de los telefilmes más lamentables sobre vampiros, y sobre Tarzán y de todo lo que cae en sus manos, vuelve a dar hasta donde puede en una película que no merece ni ser pirateada. Aunque ver cómo le cuentan el estado de la nave y se pone a hacer morritos mientras escucha palabras técnicas en plan fisionador del núcleo y tal no tiene precio.
Sobre Drácula, de buenas a primeras acaba apareciendo como un tipo con un look desfasado de película antigua en plena nave espacial, y poco menos que tienen que recordarle su plan para que se acuerde. Al final este tipo no va más allá de un pirado echándose carreras por una nave espacial.
Todo lo que se pueda decir para evitaros esta película, por muy fans que seáis del género es poco. Su calidad es tan lamentable que alguien debería llevar a los juzgados a Darrell Rood, director de este horroroso telefilme y pedirle daños y perjuicios. Ah, el cartel de la peli es muy chulo, por cierto.
El vampiro según… Drácula 3000(Spoiler).
*Origen. Un planeta de vampiros llamado Transilvania, en el sistema Cárpato. Nada se sabe de su origen, pero su mordedura crea nuevos vampiros.
*Motivación. Saciar su sed de sangre. Orlok busca vengarse de la estirpe Van Helsing de cazadores de vampiros.
*Poder. Su tremenda rapidez, resistencia, regeneración y fuerza son sus principales bazas.
*Entorno. En la película transporta un montón de ataúdes llenos de arena en dirección al planeta Tierra. Poco más se conoce de su trasfondo.
*Influencia. A pesar de estar ubicada en el futuro, sigue vistiendo como un rancio conde de siglos pasados. Es aristocrático y trasnochado a partes iguales
*Debilidades. La luz solar acaba con su vida. Una estaca en el corazón también lo mata. Las cruces le repelen.