viernes, marzo 29, 2024

Crítica de ‘Dos buenos tipos’: Equilibrio perfecto de acción y diversión

Las críticas de David Pérez «Davicine»: Dos buenos tipos

Dirigida por Shane Black, director de otros títulos como Iron Man 3 o Kiss Kiss, Bang BangDos buenos tipos cuenta como el malogrado detective privado Holland March (Ryan Gosling) y el matón a sueldo Jackson Healy (Russell Crowe) no tienen nada en común, hasta que se ven inmersos en la misteriosa desaparición de la persona que ambos están siguiendo y se convierten en el blanco de unos entrenados asesinos. Su investigación además les lleva a una multimillonaria conspiración. Healy y March tendrán que utilizar todos sus recursos (legales o no) para salvarse y asegurarse de que la verdad salga a la luz.


Dos buenos tipos supone la resurrección de Shane Black a un género al que tanto dio hace unas décadas con el guión de Arma letal, y repite un esquema similar, con dos personajes masculinos protagonistas, muy distintos entre sí, pero que se necesitan para sacar adelante sus misiones respectivas, que acaban siendo una única, todo ello con grandes dosis de humor y acción. Quizás las generaciones actuales asocien a Black como el director de Iron Man 3 o la futura Doc Savage, pero el cineasta ha sido responsable de deleitarnos con los guiones trepidantes de las primeras entregas de Arma letal,  sorprendernos con los diálogos de El último boy scout o mostrarnos al más irreverente Schwarzenegger en El último gran héroe. Una filmografía impecable como guionista que sigue engordando con cada película que actualmente dirige, como es el caso de Dos buenos tipos.

Bien podrían decir muchos espectadores que parece estamos ante una película de Tarantino, pero Black fue Tarantino antes incluso de que Tarantino fuera quien es hoy en día. Escenas de acción repletas de violencia que nos dejan con los ojos como platos, pero nos hacen sonreír más que apartar la mirada, diálogos malsonantes repletos de referencias sexuales y violentas, una banda sonora repleta de canciones memorables y un ritmo trepidante son los ingredientes habituales del cine de Tarantino, pero claramente también lo son del mejor Shane Black en su faceta de guionista/director… pero vayamos por partes, como diría Jack el destripador.

Dos buenos tipos se sustenta, en gran parte, en la complicidad de un reparto convincente y capaz de sintonizar en todo momento, y es que Ryan Gosling y Russell Crowe nos ofrecen dos personajes totalmente opuestos, pero con los que somos capaces de identificarnos o al menos ponernos en su piel ante las peculiares situaciones a las que se enfrentan. Nadie duda de las dotes interpretativas de ambos actores, quienes han demostrado con su filmografía que son capaces de dar vida a cualquier personaje que se ponga por delante, aunque Gosling en esta ocasión destaca por encima de Crowe al dar vida a un cobarde detective, sin muchos escrúpulos, con muchas secuencias cómicas, que rozan la parodia, y se alejan de su rol habitual de tipo duro como en Drive o Sólo Dios perdona, pero sabíamos que era capaz de ésto y mucho más con sólo ver La gran apuesta o Los idus de marzo. Crowe, con una carrera cinematográfica mucho más amplia que la de Gosling, en parte por tener 16 años más, pocas veces se ha decantado por la comedia, pero se mueve como pez en el agua, pues el aspecto de tipo duro, pasado de rosca y con ganas de gresca parece que le viene hecho a medida, a pesar incluso de haber dado vida a Noé recientemente, aunque tampoco era un Noé muy pusilánime y bondadoso.

Pero no podemos dejar de citar al reparto femenino en el que nos encontramos con el regreso de Kim Basinger a una gran producción, aunque en un rol menor y bastante discreto si lo comparamos con el de la joven Angourie Rice, quien da vida a la hija de Gosling en la película, y es la única que parece tener los pies en la tierra, la serenidad necesaria para pensar en las situaciones más desastrosas, y la que puede sacar las castañas del fuego a su caótico padre. Pocas películas en su filmografía, pero se la augura un amplio futuro en este mundillo y desde aquí me arriesgo a decir que no creo tardemos en verla como una superheroína de Marvel.

A pesar de contar en el reparto con un personaje adolescente (13 años), no es una película precisamente recomendable para los más pequeños de la casa, pues no sólo no escatiman en la violencia que se muestra en pantalla, sino también en la que se deja intuir así como un un vocabulario soez, siendo los diálogos de la película otro de los puntos fuertes de la misma, no dejando títere con cabeza, y haciéndonos pasar un buen rato, con una sonrisa permanente en nuestra cara, como lo hace la música, pues para muchos que crecimos en los 80 la banda sonora de finales de los 70 nos es muy familiar, y nos traslada a otra época, con unos acordes que acompañan a la perfección a la acción. Y si la música es importante a la hora de trasladarnos a 1978, la ambientación juega un papel importante: desde la ropa hasta los coches, pasando por la decoración de las casas, todos los detalles han sido cuidados para adentrarnos en este particular Cuentame como pasó detectivesco.


Dos buenos tipos es una comedia negra que combina perfectamente diversión y acción con reminiscencias de Boogie Night y Un largo adiós, una pizca de Chinatown y personajes surrealistas sacados de Corazón salvaje, todo ello mezclado, pero no revuelto, en la mente del gran guionista Shane Black.

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